Test de Stroop: tu cerebro flexible.

¿Qué tan preciso fuiste? ¿Cuánto tiempo te tardaste? Esta tarea, que se conoce como el Test de Stroop, es mucho más desafiante de lo que parece a primera vista. Es mucho más difícil identificar un color cuando difiere de la palabra que cuando el color y la palabra coinciden. Esta desafiante prueba se basa en dos habilidades cognitivas fundamentales: la inhibición de respuesta y la atención selectiva.

Dado que, para la mayoría de las personas, la respuesta automática es leer una palabra, el Test de Stroop es una prueba clásica de inhibición de respuesta. Esta habilidad involucra responder rápidamente mientras se evitan los impulsos incorrectos que pueden interferir con la consecución de tareas impulsadas por metas. La inhibición de respuesta se asocia con la función ejecutiva del cerebro y los estudios de imagenología cerebral han mostrado que realizar el Test de Stroop activa áreas cerebrales que participan en la función ejecutiva, como la corteza dorsolateral prefrontal.

De hecho, a los individuos que padecen trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y depresión, cuya función ejecutiva deficiente les dificulta prestar atención y controlar las reacciones, a menudo les cuesta más trabajo realizar el Test de Stroop.

El Test de Stroop también pone a prueba la atención selectiva, es decir, la capacidad de elegir los estímulos en los que te vas a enfocar y los que vas a ignorar. La flexibilidad mental que se requiere para alternar entre múltiples estímulos es esencial: sin una buena atención selectiva, también puede ser muy fácil cometer errores

En 1935, el hijo de un granjero llamado John Ridley Stroop, fue el primero en publicar en inglés la versión actual de esta tarea cognitiva. Desarrollada como parte de su disertación en George Peabody College, su tarea se convirtió en la base del Test de Stroop, que a la fecha sigue siendo una evaluación neuropsicológica ampliamente utilizada.